Involucrar a las niñas en el deporte: el papel de los campamentos deportivos

Chicas sonriendo en una sesión de entrenamiento de hockey.

A pesar de los avances logrados en el deporte femenino profesional en los últimos años, aún queda un largo camino por recorrer. Las investigaciones indican que, a los 14 años, muchas niñas abandonan el deporte a un ritmo dos veces superior al de los niños, debido a una combinación de falta de oportunidades, presiones sociales y falta de modelos a seguir.

Un campamento deportivo puede ser la oportunidad perfecta para que las niñas se involucren más en el deporte que les gusta, ayudándolas a progresar rápido en un ambiente divertido y de apoyo. Pero es clave tomar medidas para que la experiencia del campamento sea positiva e inclusiva para todas las niñas, sin importar su edad o nivel de experiencia. Así es como ayudamos a las niñas a sentirse cómodas, seguras y conectadas en nuestros campamentos:


1. Mujeres destacadas que son un ejemplo a seguir

Un sistema de apoyo con el que se puedan identificar y modelos positivos a seguir son parte integral de la experiencia del campamento. Para las chicas, es especialmente importante contar con un excelente personal femenino disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, que pueda atender las necesidades específicas de las atletas femeninas y proporcionarles orientación, asistencia y una presencia tranquilizadora en todo momento.

Los estudios indican que los modelos a seguir fuertes son especialmente importantes para el desarrollo de las niñas, ya sea en el campo de juego o en carreras profesionales fuera del deporte. Las ídolos deportivas, las entrenadoras y el personal de bienestar pueden infundirles confianza, una sólida ética de trabajo y la convicción de que sus sueños son alcanzables. La experiencia de convivir y entrenar con estos modelos a seguir en el campamento es especialmente valiosa para las niñas, ya que el entorno residencial les permite conectar con el personal y establecer relaciones sólidas de una manera única. Creemos que contratar a personal femenino excelente que dé ejemplo con confianza, empatía y respeto proporciona a las niñas una experiencia transformadora durante su estancia con nosotros.

Chicas en el campo de entrenamiento del Chelsea FC

2. Fomentar las amistades entre las niñas.

Un campamento deportivo ofrece una gran oportunidad para forjar amistades significativas entre las chicas. Independientemente de si comparten o no el mismo idioma o cultura, su amor común por el deporte puede unirlas. Esta es la base sobre la que construir: llevar a las chicas al campo, a la pista o al estudio lo antes posible y trabajar juntas como un equipo es fundamental para crear esos vínculos iniciales. Allí pueden empezar a comunicarse entre ellas de una forma que les resulte cómoda, celebrar los logros de las demás y apoyarse mutuamente ante cualquier reto, lo cual es la base de cualquier amistad duradera.

También es una forma estupenda de reunir a las chicas y fomentar la interacción social entre ellas. Los campamentos residenciales suelen contar con un internado solo para chicas y un programa de excursiones y actividades recreativas en el que se anima a las chicas a pasar tiempo de calidad juntas, sin la distracción de los dispositivos electrónicos. Pueden aprovechar este tiempo para reforzar sus experiencias compartidas en el campo de deportes, creando recuerdos a través de estas divertidas aventuras y actividades. Si alguna chica se siente nerviosa o tímida a la hora de participar, el personal de bienestar está a su disposición para ayudarla.

3. Generar confianza dentro y fuera del campo

El deporte es una herramienta poderosa para desarrollar la confianza en los jóvenes, animándolos a poner a prueba sus límites, comunicarse entre ellos y aprender de los errores. Un campamento deportivo ofrece a las niñas la oportunidad de salir de su zona de confort tanto dentro como fuera del campo. Independientemente del nivel de experiencia de la niña, el objetivo siempre debe ser que salga del campamento sintiéndose más segura de sus habilidades que cuando llegó.

Los campamentos deportivos suelen tener un programa diario de entrenamiento intensivo que supone un reto físico y mental, pero que permite a las jugadoras progresar rápidamente. Superar estos retos, con el apoyo adecuado, enseña a las niñas a ser resilientes y les da la fuerza necesaria para creer en sí mismas. El programa de entrenamiento debe diseñarse e impartirse de manera que fomente tanto la mejora técnica como la autoestima.

Conocer a nuevas compañeras de equipo y aprender a trabajar juntas enseña a las niñas valiosas habilidades interpersonales. Colaborar con otras niñas para alcanzar objetivos comunes les ayuda a valorar las contribuciones de las demás, lo que fomenta la confianza en sí mismas.

Chicas celebrando en un partido de baloncesto

4. Fomentar el sentido de la independencia.

El campamento suele ser la primera experiencia de las niñas lejos de casa, lo que lo convierte en una gran oportunidad para inculcarles un sentido de independencia. Es importante que esta sea una experiencia positiva, logrando el equilibrio adecuado entre el apoyo y la oportunidad de tener su propia autonomía. La clave para ello es establecer un sólido sistema de apoyo en torno a cada niña, que incluya a su familia, entrenadores deportivos y personal de bienestar.

A las niñas se les confían responsabilidades como gestionar sus horarios o cuidar su equipación. Esto fomenta el sentido de la responsabilidad y la autosuficiencia, componentes esenciales de la independencia. Participar en deportes de equipo y actividades sociales las anima a iniciar conversaciones, colaborar entre ellas y promueve las interacciones sociales independientes. También se verán expuestas a nuevas experiencias y podrán explorar nuevos intereses, lo que fomenta el sentido de identidad.

Si se enfrenta a algún reto durante este proceso, el sistema de apoyo estará ahí para ayudarla, proporcionando tranquilidad tanto a la niña como a su familia.

EN RESUMEN

Garantizar que las niñas tengan una experiencia positiva en el campamento es esencial para que sigan practicando deporte. Al proporcionarles modelos femeninos excepcionales, fomentar amistades sólidas, reforzar su confianza y promover su independencia, los campamentos pueden crear un entorno en el que las niñas prosperen tanto a nivel deportivo como personal. Esta experiencia no solo puede mejorar sus habilidades en el campo, sino también dotarlas de habilidades para la vida que van mucho más allá del campamento, sentando las bases para un amor por el deporte que durará toda la vida.

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